ENTREVISTA

“No estamos en contra del turismo, sí a favor de un modelo contenido”

Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias

Juan Manuel Bethencourt 1 COMENTARIOS 11/04/2024 - 06:53

-Ha hablado muy poco sobre la trama de las mascarillas y sus implicaciones en Canarias. ¿Qué tiene que decir?

-Es un asunto que hemos conocido ahora, cuatro años después, gracias a la investigación de la Policía, los fiscales y los jueces, y habrá que esperar para delimitar responsabilidades. Pero este asunto no puede ensombrecer la buena gestión que la sociedad canaria y su gobierno hicieron de la peor crisis sanitaria de nuestra historia. La respuesta fue diligente, organizada, sensible y con resultados. Hubo comunidades autónomas que por población cuadruplicaron el número de muertos respecto a Canarias. Ahora han surgido informaciones que ponen de manifiesto dos cosas: que algunos aprovecharon la situación para sacar márgenes de beneficio que, aunque legales, son éticamente reprobables, y que hubo presuntas mordidas que, si afectan a funcionarios públicos y son demostradas, suponen la comisión de delitos graves con pena de prisión.

-Usted estaba en el Gobierno entonces. ¿No vio nada raro, ningún trato de favor?

-En absoluto. Nosotros nos dedicábamos a lo que había que dedicarse, que era proteger a la población, dotar de recursos al sistema sanitario y a las residencias de mayores, y también a salvar la economía de las Islas. Lo que ahora se publica ni lo sospechábamos, y solo saldremos de dudas con el resultado de la investigación de los tribunales. Creo mucho en la Justicia: es lenta, pero funciona.

-¿Qué le ha parecido la reacción del hoy ministro Ángel Víctor Torres?

-Torres realizó la función de liderazgo que le correspondía como presidente, dedicó todo su tiempo a dar la mejor respuesta posible a la pandemia y ha reaccionado dando la cara y contando lo que sabe. No tengo dudas sobre la honorabilidad de Ángel Víctor, una persona comprometida, cabal y honesta que dirigió un Gobierno que, en términos sanitarios, hizo una excelente labor, la mejor de acuerdo con los resultados. Aquí murió menos gente por habitante que en ninguna otra comunidad autónoma, cuatro veces menos que algunos que ahora sacan pecho.

-¿Cuál es su posición sobre el debate abierto en Canarias respecto al éxito del turismo y sus posibles límites?

-Tengo algunos antecedentes al respecto. Este debate ya lo tenía la sociedad canaria en los últimos años del siglo pasado, y creo haber contribuido de forma decisiva a ello, porque cuando llegué al Gobierno como presidente nos pusimos a la tarea, paramos el planeamiento y empezamos a desclasificar suelo turístico. En total llegamos a desclasificar 400.000 camas turísticas que estaban en el planeamiento y no habían cumplido sus obligaciones urbanísticas, y sin pagar indemnizaciones. Le pongo el ejemplo del barranco de Veneguera, en Gran Canaria: su plan parcial tenía 27.000 camas y ahora no hay ninguna. Cuando hemos tenido responsabilidades hemos dejado claro que estamos a favor de contener el crecimiento turístico.

“Algunos aprovecharon la situación en la pandemia para sacar beneficio”

-¿Pero ahora qué sugiere hacer?

-Se ha repetido la historia. Cuando nos fuimos del Gobierno, y nos fuimos por esa razón, porque la ruptura de Coalición Canaria se basa en la discrepancia respecto al modelo de desarrollo, se impuso un modelo que defiende que es bueno seguir creciendo, que ha llegado a decir que en Fuerteventura cabe un millón de habitantes. Y como resultado nos ha pasado lo mismo que en el último cuarto del siglo anterior: la población de Canarias creció en 450.000 personas en aquellos años y en casi 600.000 personas en este siglo. Y la única manera de contener este crecimiento desbocado, así lo dicen todos los expertos, es actuar sobre el origen del problema, que es el modelo de gestión del territorio. Estas son las consecuencias de la barra libre, y luego nos quejamos de la emergencia eléctrica, de la emergencia hídrica, de la emergencia habitacional, de los problemas de movilidad... Es una consecuencia de las decisiones que han tomado quienes piensan que aquí vale todo.

-¿Canarias puede absorber un frenazo al turismo, siendo como es la locomotora de nuestra economía?

-No se trata de frenar el turismo, sino de recualificar y definir unos límites. Es lo que dice nuestro programa electoral. No engañamos, como sí hacen los dos partidos de la derecha canaria, CC y el PP, que prometieron bajar el IGIC.

-Ustedes prometieron la ecotasa y no la implantaron cuando estuvieron en el Gobierno.

-Sí, pero porque había un pacto y algunos socios de ese pacto no estaban de acuerdo con la ecotasa. Sí logramos incluir en el programa de gobierno que se estudiara esta medida, pero luego llegó una cosa imprevista, la pandemia, que paralizó por completo la actividad turística. La ecotasa no es un fin en sí mismo, es un instrumento, y lo que hace falta es un gran acuerdo en materia turística que establezca límites al crecimiento basados en la calidad. Está todo inventado.

-¿Usted está de acuerdo con restringir el alquiler vacacional?

-Por supuesto, hay que establecer límites al alquiler vacacional. Es un elemento de la oferta turística que en los ámbitos urbanos lo que hace es competir con los residentes y expulsarlos, algo que está ocurriendo en medio mundo. Y es lógico que haya respuestas a esa situación. Tenemos un problema con el alquiler vacacional y es preciso establecer regulaciones. También lo tenemos con la venta de inmuebles a extranjeros para su uso especulativo, que hay que buscarle límites.

“No tengo dudas sobre la honorabilidad de Ángel Víctor Torres”

-¿Cómo? Esos compradores son europeos, comunitarios...

-Hay que trabajarlo. Una cosa es que un alemán venga a vivir a Canarias, eso no lo podemos discutir por ahora. Pero que un alemán compre 15 viviendas para especular lo debemos evitar, y creo que hay margen para ello. Pero tenemos que plantearlo.

-Eso nos lleva al problema de la vivienda. La oferta disponible es muy escasa en Canarias.

-Es un problema muy grave en todo el Estado español. Fíjese si es grave, que el País Vasco, donde la población en este siglo ha crecido en menos de 100.000 personas, y que es la única comunidad autónoma que de verdad ha ejercido sus competencias en vivienda, tiene también graves problemas con este asunto. ¿Cómo no vamos a tenerlos en Canarias, si hemos tenido un incremento poblacional seis veces superior al del País Vasco y nuestra política de vivienda pública ha sido escasa? La situación es muy grave en Fuerteventura y Lanzarote, en el sur de Gran Canaria y Tenerife y en las dos capitales. La demanda es muy alta y la oferta escasa, y necesitamos planes de vivienda pública. Por cierto, hay uno aprobado, financiado y en marcha, pero el actual Gobierno ha recortado los presupuestos destinados a vivienda.

-Sea como fuere, los planes de vivienda están en cifras muy inferiores a la demanda real. Algo más habrá que hacer.

-Por supuesto. Hay que agilizar la construcción de las 5.900 viviendas públicas previstas, y hay que movilizar las viviendas vacías, que hay 211.000 en Canarias. Si lográramos movilizar el 10 por ciento de estas, triplicaríamos el alcance del Plan de Vivienda ahora en marcha.

-¿Y cómo lo haría, con incentivos o con penalizaciones?

-Dando garantías a los propietarios. A la gente que alquila una vivienda vacía hay que garantizarle ayudas en la rehabilitación y seguridad en el cobro del alquiler y en su patrimonio. Eso cabe y hay dinero para afrontarlo, por ejemplo, con los 180 millones que la Comunidad Autónoma dejará de recaudar en esta legislatura por bajar los impuestos a los poderosos, al uno por ciento de la población. Con ese dinero daría para aplicar un programa de incentivos fiscales para la rehabilitación de viviendas privadas garantizando además el patrimonio y las rentas de los propietarios.

“El alquiler vacacional compite con los residentes y los expulsa”

-Sea como fuere, estamos en una situación de emergencia y cualquier cifra que se pone sobre la mesa parece poco.

-Porque hay que afrontar las crisis. No podemos seguir creciendo en 25.000 residentes todos los años. Uno de los ideólogos del sistema económico y político en Canarias, amigo suyo y mío, José Carlos Francisco, ha dicho que nos vamos a tres millones de habitantes en el año 2050, y tiene razón [lo dijo en entrevista con este medio]. Lo que pasa es que a él eso le parece bien y a mí me parece mal. Y quiero dejar claro que nosotros no estamos en contra del turismo, estamos a favor de un modelo contenido, de 10 o 12 millones de visitantes, recualificando el destino, sustituyendo instalaciones obsoletas por otras de más calidad.

-¿Ustedes irán a la manifestación ecologista del 20 de abril?

-Voy a proponer al partido que asistamos a esa manifestación. Lo debatiremos internamente, pero creo que hay que participar de la enorme preocupación que se ha instalado en sectores de nuestra población y del debate sobre la necesidad de establecer límites al turismo. Es algo que no me coge de nuevas, porque ya promoví límites al turismo. Y no solo yo, fue el Parlamento de Canarias, a través de una Ley de Directrices votada por unanimidad y que otros más tarde guardaron en una gaveta.

“Estoy muy satisfecho con el liderazgo renovado que encarna Natalia Santana en Fuerteventura”

-¿Cuál es el momento actual de Nueva Canarias en Fuerteventura y Lanzarote?

-Estamos muy contentos con el trabajo político, el proceso de renovación y el liderazgo de nuestras organizaciones insulares en ambas islas. En Fuerteventura, con Natalia Santana, que es una diputada revelación en el primer año de legislatura, una mujer con una gran proyección al frente de un equipo renovado y con las pilas puestas. Y en Lanzarote, estamos muy contentos con una persona distinta, Yoné Caraballo, un diputado que se gana el sueldo y que es el único que ejerce la defensa de los intereses de su isla, como ha demostrado, al igual que Natalia, al reclamar la bonificación al combustible en Fuerteventura y Lanzarote. Estamos muy contentos, y nuestros aliados políticos en ambas islas deben seguir siéndolo mientras compartamos los programas. Además, hay necesidad de propuestas porque esos dos territorios necesitan otra política, porque la corriente dominante es la que nos ha llevado a los problemas actuales en vivienda, en movilidad, en agua, etcétera.

-Abundando en el caso particular de Lanzarote, se esperaba una confluencia más intensa con el alcalde de Yaiza.

-Hay una dialéctica compleja entre los partidos locales y los partidos nacionales. Óscar Noda llegó a un acuerdo con nosotros sobre la base de un programa compartido, totalmente defendible atendiendo a la situación de la isla. Quien se ha apartado de ese camino es él y tendría que explicarlo, si quiere. Igual es que quiere tomar otro camino.

Comentarios

Este señor a pesar de la debacle de su partido elección tras elección tiene más fuerza que el arco llano. Antes muerto que vencido.

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