EDICIÓN IMPRESA

La crisis de Correos amenaza el servicio en las zonas rurales

Nuria González 0 COMENTARIOS 10/11/2016 - 08:30

Los trabajadores y trabajadoras de Correos en Fuerteventura y Lanzarote han salido a las calles a protestar contra los recortes de plantilla que atropellan sus condiciones de trabajo. Ya han convocado varias huelgas en los últimos meses impulsadas por el temor a una privatización y a expedientes de regulación de empleo.

En Fuerteventura las movilizaciones que se vienen realizando durante los últimos meses, mediante concentraciones semanales en los centros de trabajo de Correos, han conseguido movilizar a las tres islas de la provincia, “como primera fase de una lucha que no acabará hasta que Correos cese en su afán de liquidar la plantilla”, indica el responsable en Fuerteventura de CCOO-Correos, Ángel Cabanillas que a su vez califica como “provocadora” la actitud del Gobierno en la gestión de un conflicto sin atisbo de solución desde hace cuatro años.

Los trabajadores se sienten desamparados. “Se desoyen las reivindicaciones de las organizaciones sindicales y desde la empresa no se plantean propuestas serias para los más de 100 empleados de Correos en Fuerteventura”, afirman desde CCOO. En el horizonte, planea el temor a una posible “privatización encubierta”. “La concesión del servicio finaliza en 2025, si seguimos así quizá no sea renovada”, señalan los representantes sindicales.

La sección sindical de CCOO de Correos y Telégrafos en Fuerteventura y Lanzarote denuncia que de forma sucesiva se vienen produciendo recortes en las plantillas, los cuales han tenido su colofón con la supresión de puestos de trabajo en toda la provincia, “lo que ha provocado que todos los sindicatos se hayan sumado en un frente común a nivel provincial, olvidando siglas y luchando por el trabajo de todos”.

Los carteros llevan meses manifestándose en Fuerteventura y Lanzarote contra el recorte de plantilla y la precariedad del empleo y se quejan de que la empresa no presenta una propuesta “seria”

Como consecuencia, señalan, “hay una mayor carga de trabajo para el personal de reparto de Correos y se está produciendo una acumulación sistemática de objetos postales en las oficinas, incumpliéndose con ello lo regulado en la prestación del servicio público universal”.

En la oficina postal preocupa la falta de plantilla porque ocasiona en muchos casos retrasos importantes en la atención al público y en el reparto de cartas y paquetes, “lo que está perjudicando a la ciudadanía y a nosotros mismos, somos conscientes de que no estamos dando un buen servicio público”, confiesa Cabanillas.

El sindicato recuerda que en el ámbito regional se ha recortado el 30 por ciento de los puestos de trabajo. A finales de octubre tan solo se habían publicado tres plazas para la provincia de Las Palmas, siendo la de Fuerteventura un contrato a media jornada. Los trabajadores majoreros llevan un año advirtiendo del deterioro de Correos por la falta de acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo, que permita aumentar la plantilla. “El deterioro del servicio es evidente e incluso deliberado, creemos que se esconde una privatización encubierta”.

Los problemas del servicio rural en la Isla

Clara Mateo, trabajadora eventual en Correos en Fuerteventura asegura que en los pueblos la gente mayor necesita el servicio. En este punto, los afectados lograron recabar apoyo político. Mario Cabrera (CC) defendió en el Parlamento la potenciación del servicio público de Correos frente a la política de recortes y para ello puso como ejemplo el caso de Fuerteventura, donde además se da la problemática específica del servicio rural, ya que 31 secciones de reparto de las 65 existentes son rurales, lo que conlleva que se podrían quedar desprovistas de este servicio numerosas localidades.

De la actual plantilla de Correos en Fuerteventura, compuesta por un centenar de personas, distribuidas en una decena de puestos de trabajo, “apenas el 52 por ciento es personal fijo, lo que significa que el resto trabaja según los contratos que quiera efectuar la empresa”, destacó Cabrera. La portavoz de Podemos en el Parlamento de Canarias, Noemí Santana, sumó una segunda iniciativa en julio para “detener el desmantelamiento y la privatización que desde 2012 se está llevando a cabo, y que ha generado la eliminación de 14.000 puestos de trabajo”.

Más detalles

PRECARIEDAD. Los empleados eventuales tienen que estar pendientes del móvil para saber cuándo podrán comenzar a trabajar aunque sólo sean unos días y con contratos de seis horas al día. Un mensaje que, con suerte, llega tres ocasiones al año. “Es una situación muy tensa, no puedes irte de vacaciones, o simplemente pasar unos días desconectada, apenas hacer una planificación porque nunca sabes cuándo te llamarán o si tendrás el trabajo el mes que viene”, asegura Clara Mateo.

CONDICIONES. En las pruebas de ingreso de 2008 había dos opciones que los examinados debían marcar: o fijo discontinuo o fijo a tiempo completo. Una cruz que les ha perseguido hasta hoy. La situación económica para muchos trabajadores comienza a ser crítica: “ser fijo discontinuo significa que pueden llamarte para cubrir un puesto que no es necesario durante todo el año sino en épocas concretas, dentro del volumen normal de actividad de la empresa”, asegura Flor Nicolau, trabajadora eventual desde hace 12 años. “Es frustrante ser eventual porque has sacado el trabajo pero no tienes derecho a elegir nada”.

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